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Como ya te había comentado estoy haciendo un trabajo de investigación y un análisis sobre la visibilidad/invisibilidad de las mujeres en el mundo del arte siguiendo un recorrido por diferentes etapas de la historia y mencionando todas las barreras que las artistas han tenido que romper, hasta llegar a la situación actual. Mi trabajo gira en torno a una teoría, las mujeres han tenido unas complicaciones que a lo largo de la historia les han impedido un éxito equivalente a la calidad de su trabajo y que a pesar de las mejoras evidentes de las que gozan las artistas actuales queda mucho por arreglar. Ahora hay quienes tienen la sensación de que en el arte la situación ya no es machista. No sé tu opinión al respecto, pero me gustaría tener el punto de vista en primera persona de una artista actual.

 

Tengo 13 preguntas, te las paso por whatsapp y te dejo mi mail por si prefieres contestarlas vía correo electrónico.

 

 

 

 

 

1. ¿Cuándo empezaste a pintar?

 

“Nací en un ambiente familiar muy creativo ya que soy hija de padre y madre arquitectos. Desde pequeña empecé a desarrollar una pasión por la expresión artística, en particular por la pintura. Lo que empezó siendo un pasatiempo gracias a los ambientes que frecuentaba, terminó siendo algo vocacional a los dieciocho años cuando la pintura me acompañó en una búsqueda personal muy fuerte.”

 

 

 

2. ¿Qué fue lo que te impulsó a hacerlo?

 

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“En la adolescencia la plaza del MACBA cautivó mi corazón. El mundo del skateboard y todo lo que lo rodeaba (música, arte, moda) me inspiró de una manera muy especial. 

 

Lo que empezó siendo un pasatiempo gracias a los ambientes que frecuentaba, terminó siendo algo vocacional a los dieciocho años cuando la pintura me acompañó en una búsqueda personal muy fuerte. 

 

Con esta búsqueda llegó el momento de descubrir mi relación con Dios. Fue ahí cuando sentí el regalo de este don y el llamado a ser artífice de la belleza y sobretodo del gran amor vivido. Creo firmemente en las palabras de Dostoievski “La belleza salvará al mundo” y es un regalo poder ser partícipe de ello.”

 

 

 

 

3. ¿Dónde aprendiste?

 

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“Me gustaría decir que el mérito es de los colegios en los que hice bachillerato artístico (que fueron muchos) o de la Universidad de Barcelona, pero no ha sido así. 

Sonará extraño, pero nada es mérito mío tampoco, siento que me ha sido dado.

 

La soberbia, la autosuficiencia y el fracaso escolar cierto es que hizo que experimentara con todo tipo de materiales, no escuchara a nadie ni quisiera aprender de nadie. De hecho, nunca quería asistir a clase. 

 

Pero más tarde de algo hecho desde un lugar oscuro y egoísta en mi adolescencia hoy por hoy han salido cosas muy bonitas con un estilo propio que yo hubiese sido incapaz de tener. Y solo puedo dar muchas gracias.”

 

 

 

4. ¿Te ha sido fácil encontrar referentes femeninos que te inspiraran a la hora de pintar?

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“La belleza está en todas partes y de todas las formas. Cualquier cosa que nos acerque al amor y nos transforme el corazón, será una verdad y un referente. 

 

Para mi no hay amor más grande que el de una madre, aquella que acoge y da vida sin condiciones. La maternidad ha sido desde mis inicios mi gran devoción. Algo que también trasciende a mis abuelas, a mi madre y al profundo amor que le tengo a la Virgen María (mencionada por National Geographic como “La mujer más poderosa del mundo”.)”

 

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5. ¿Qué movimientos artísticos te han marcado más?

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“Los elementos visuales evidentes en mi trabajo que se pueden recopilar son el artificio, la saturación, el ruido visual, la repetición de elementos, el reciclaje, la apropiación… Que puedo contrastar con antecedentes como el barroco, el rococó, el expresionismo abstracto, el pop art…  

 

Una de las artistas que me ha influenciado más es Yayoi Kusama y uno de los recursos que hasta ahora ha ocupado mis telas de modo instintivo es el horror vacui ese “miedo al vacío” … 

 

Me gustaría profundizar mucho más, repito. Pues tengo muchas lagunas muy importantes de la historia del arte y del ser humano.”

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6. ¿Cómo definirías tu arte?

 

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“Fresco y alegre, con un gran anhelo de declarar cosas grandes. Me gustaría poder dedicarme a pintar escenas religiosas. Escenas de las declaraciones de amor más peligrosas que existen.

 

Una madre joven que da a luz, un hermano que perdona a otro hermano, una pareja que decide entregarse libremente al matrimonio prometiéndose fidelidad, una familia que dice si a la vida de un hijo enfermo.

 

Veo necesidad de a través del arte poder dar esa palabra de aliento y esperanza, en un mundo donde el amor verdadero no existe. Mi trabajo tiene ganas de crecer en el amor.”

 

 

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7. ¿Durante el proceso de aprendizaje, sufriste algún tipo de discriminación de género?

 

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“No quiero que al decir que soy una privilegiada se entienda como algo peyorativo. Pero quiero decirte que he sido una privilegiada porque no he sufrido la “complicación” o el “impedimento” de ser una mujer en el mundo del arte. Aun así, de no haberlo sufrido en primera persona no significa que no lo defienda, ni que sea desconocida para mí la situación de la mujer en los últimos siglos. 

 

De mis años universitarios de hecho, nos guardamos con mucho cariño y admiración dos alumnos varones y yo. Y fui acompañada durante la carrera universitaria por un profesor varón, que de no ser por el no hubiese terminado el grado universitario. 

 

Doy gracias por sus ojos y sus corazones, que me reconocieron como mujer y como pintora. Así como al más del 50% de varones que han comprado mi obra artística cuando hice exposiciones y ventas a lo largo de los años.”

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8. ¿En este proceso han valorado siempre tus creaciones de la misma forma que a tus compañeros hombres?

 

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“Si, siempre. Aunque de una manera particular e individualizada. Pues han sabido ver la particularidad de cada uno como personas únicas e irrepetibles que somos.”

 

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9. ¿Cuándo decidiste profesionalizar tu arte?

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“Terminé el bachillerato a los veintidós años. Los años anteriores sin darme cuenta me ayudaron a discernir mi vocación. Cuando se me presentó la oportunidad de estudiar, estaba entre educación social y bellas artes. Fue una decisión difícil, pero supe que a través del arte también podía poner mi trabajo al servicio de los demás.”

 

 

 

10. ¿Has sufrido alguna discriminación de género en tu trabajo?

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“Durante los años de carrera tuvimos una asignatura troncal llamada Procesos de Creación Artística. Eran clases de muchas horas a la semana y pocos alumnos. Compartíamos taller, correcciones de nuestro tutor o tutora y el día a día. Y puedo asegurarte, desde mi vivencia, que tanto yo como persona y mi trabajo siempre fuimos muy bien recibidos, sobretodo por los varones.

 

Los hombres se reconocen como tales al vernos a nosotras las mujeres. Porque somos diferentes y nos necesitamos. Pues no solo somos distintas por nuestra fisiología y fisionomía, si no que incluso a la hora de expresarnos artísticamente aportamos una dulzura, un acogimiento y una estabilidad especial notable en nuestro trabajo, propio de ser mujer. 

 

Hemos pasado de ser nómadas a una vida en ciudad, a una vida de estabilidad y unión para la familia tan necesaria. Precisamente por la testosterona del varón, ellos requieren o tienen mayores impulsos de ser intrépidos, conquistadores… y ellos necesitan de nuestra estabilidad y dulzura también a la hora de crear. 

 

Hemos venido a complementarnos y eso se hace evidente incluso en un taller.” 

 

 

 

11. ¿Consideras que valoran tus cuadros siempre de forma objetiva, teniendo en cuenta tu arte, sin que pese tu género?

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“Si, siempre.”

 

 

 

12. ¿Alguna vez han calificado tu arte, como arte femenino? ¿Qué opinas al respecto?

 

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“Femenino si, feminista no. Espero. ¿Por qué? Siento que un nuevo feminismo nace estos últimos años con la falsa premisa de que la mujer no tiene poder propio y, por lo tanto, tiene que ser “empoderada”. Pero la verdad es que, si somos leales a la historia, en mi caso, las mujeres hispanas venimos de una herencia muy grande. Mujeres muy poderosas. 

 

 

Tenemos a Isabel la católica, que era la que estaba al mando en el tiempo de colón. Mi continente (yo he nacido en Buenos Aires, Argentina) ha sido fundado con una reina al mando. No necesito ser empoderada, yo valgo porque respiro, porque amo, porque soy amada, porque soy. 

 

En mi trabajo es evidente la figura femenina, pero no el feminismo. Ya que sigue con el arquetipo de la mujer femenina del pasado, de ese legado que me ha dejado mi abuela y mi madre, la mujer que es madre y sostén para la familia, un arquetipo tan atacado hoy en día.

 

Yo soy gracias a que mi abuela tuvo a mi madre y mi madre me tuvo a mi. Es a través de ellas que se me ha transmitido esta herencia. Nunca voy a defender algo que quiere romper con la herencia y la concepción de la vida, la anegación de la mujer que da todo por su hijo. Por lo tanto, nunca en mi trabajo va a haber feminismo, si feminidad.”

 

 

 

13. ¿Crees que a pesar de los avances y derechos que hemos conseguido las mujeres a lo largo de la historia sobre el mundo artístico seguimos teniendo un largo camino para conseguir la igualdad?

 

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“Siento que ya venimos con una fuerza increíble. 

Pensamos hoy en día que la mujer cumplirá una de sus luchas cuando sea igual al hombre y no es así. ¡Ya hemos vencido! Que el arte sea un medio para transformar a la sociedad a través de esa particularidad que tenemos por ser mujer a través de nuestro trabajo. 

 

En mi opinión, yo no quiero que me vean como igual que el hombre. Quiero que me vean por lo que soy, en mi en mi particularidad. Igual que a mi trabajo.”

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